¿Se está agotando el actual modelo de fomento de la Inversión Extranjera Directa (IED)? La inversion extranjera no es un premio buscado únicamente por naciones, sino también por regiones, provincias y municipios: en España, desde Invest in Spain hasta Albacete Despega. Cuando se añaden las zonas francas y parques industriales, se ve que el número de entidades que venden su territorio supera el número de proyectos de inversión generados por los compradores corporativos cada año.
Atraer inversión extranjera directa mediante la especialización
Por eso, la cuestión que las agencias públicas de fomento de la IED se han planteado ha sido, ¿cómo destacar? ¿Cómo llamar la atención sobre su cluster biotecnológico o su colectivo de licenciados informáticos? Las entidades más sofisticadas han respondido con la especialización: identificación de segmentos sectoriales para atraer a inversores extranjeros. En vez de promocionarse como lugares que favorezcan las energías renovables, eligen una fuente, como la eólica, y se posicionan como el lugar idóneo para alguna actividad especializada, como el mantenimiento y sustitución de aspas, por ejemplo.
Es un método eficaz y ha funcionado muy bien para las agencias que lo han perfeccionado. El problema es que cada vez más instituciones siguen la tendencia. Las que actualmente empiezan a adoptar el método corren el riesgo de centrarse en algún nicho que otros competidores ya han hecho propio: quizás sea tarde para iniciar una política de segmentación sectorial.
Un nuevo enfoque: fijarse en la inversión extranjera de las pymes
Tal vez los territorios necesiten cambiar la perspectiva: en vez de nichos de sector, pensar en nuevos perfiles de inversor. Personalmente, estoy interesada en la idea de la pyme como clave para el futuro de la IED. En el Reino Unido, la pyme es la estrella actual de la economía. Mientras grandes multinacionales cada vez están más presentes en la prensa por sus trampas fiscales que por sus éxitos empresariales, la pymes son valoradas por los contribuyentes, que aprecian la dimensión local de su crecimiento, su aportación fiscal y su creación de empleo. Las pymes no son las estrellas sólo en la economía británica: la situación es similar en otros muchos países que generan inversión extranjera, incluyendo a España.
¿No sería un enfoque posible para las agencias de promoción de inversiones, el acercarse a estas pymes en las fases iniciales de su expansión exterior, o incluso antes?
Tras las elecciones de 2015, el gobierno británico creo un nuevo puesto: el de Ministro para la Pyme. Demuestra la seriedad con la que el Reino Unido reconoce la aportación de las pymes a su economía. Empresas de asesoría como Grant Thornton o Santander están invirtiendo recursos en eventos, giras y misiones comerciales destinadas a las pymes, con el claro objetivo de convertirse en socio imprescindible, una vez que se transformen en las Coca Cola o IBM del futuro.
Algunos ejemplos desde el Reuno Unido
Pero no las pymes estarán listas para exportar, y es ahí donde encontramos una oportunidad interesante. Consideremos el ejemplo de Dints International, una pyme británica que actua como intermediario para exportadores de equipamiento minero a Africa. Sus clientes pueden exportar desde su planta productiva en el Reino Unido, pero Dints no podría negociar sus acuerdos sin disponer de oficinas en países africanos, es decir, sin realizar inversión en el exterior. Hay muchas empresas – sobre todo las que prestan servicios – donde el desarrollo de una relacion con los posibles clientes es clave, y estas empresas necesitan una ubicación en los países donde operen, aunque empiecen de manera modesta.
Pero son pocos los organismos públicos que hacen un esfuerzo para atraerlas. Un ejemplo es UK Trade & Investment, en el caso de Freelancer.com: nada mas leer el modelo de negocio de esta empresa australiana, apenas una startup doméstica, UKTI empezó una campaña para atraer una sucursal al Reino Unido. Hoy, Freelancer tiene oficinas en todos los continentes y crece de manera aparentemente imparable.
Dado el potencial de generación de empleo e impulso de la economía local que suponen, merece la pena echar un vistazo al enorme y olvidado mercado potencial que es el mundo de las pymes.