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Cómo planificar la expatriación de empleados

Planificar la expatriación de los empleados es una preparación fundamental cuando una una empresa decide salir fuera de las fronteras de su país. La internacionalización es una actividad compleja, que tiene en cuenta multitud de factores, entre ellos el humano: ¿qué persona(s) necesito para llevar a cabo con éxito este proyecto?

Planificación de la expatriaciónExisten tres retos fundamentales a la hora de plantearse desplazar empleados:

  • Encontrar al candidato idóneo
  • Ayudar a ese candidato (y a su familia) a completar con éxito la expatriación
  • Retener al empleado una vez termina el proyecto.

Aquí es importante calcular los costes que llevará asociada esa expatriación.

 

Costes ocultos de los expatriados

El primer coste y el más evidente es el paquete de expatriación: la remuneración extra que la empresa ofrece al trabajador a cambio de la expatriación. Su objetivo es aumentar el atractivo del movimiento, de forma que compense al trabajador el enorme cambio de vida que va a asumir. Pero sería un error muy grave no caer en la cuenta de que los costes de la expatriación no se reducen a esta remuneración, sino que hay otros gastos, menos evidentes, que también es preciso tener en cuenta.

Algunas empresas asumirán parte de los costes de la vida en el lugar de destino, como por ejemplo la vivienda o el coche, pero no todas caen en la cuenta de otros gastos como el enorme impacto de los costes fiscales derivados del cambio de residencia. Generalmente, la empresa debería asumir que debe encargarse de la ecualización fiscal para que el trabajador no pague más o menos, en términos fiscales, que en su país de origen, con el fin de evitar agravios comparativos.

Pero hay otro gasto de enorme importancia: la empresa no sólo debe tener en cuenta al trabajador, sino también a su familia. Si el empleado tiene familia (lo más común al incrementar la experiencia y edad del trabajador), la empresa debe intentar asegurarse de que los demás miembros de la familia que le acompañan tampoco pierdan bienestar con su traslado al nuevo destino. Todos deben enfrentarse a una nueva ciudad, nueva cultura e incluso a veces una lengua totalmente distinta. Este aspecto es crucial asegurar el éxito del puesto.

 

La educación de los hijos

FormaciónEsta demostrado que la preocupación fundamental a la hora de cambiar de país con hijos en edad escolar es la educación. La segunda razón, según los estudios de las grandes empresas de “Global Mobility”, por la que fracasa una deslocalización laboral es por problemas de la familia para establecerse en el país de destino. Además, si la empresa decide asumirlos, los gastos de educación son una de las partidas más caras en una expatriación.

Para que todo el movimiento resulte un éxito no se debe olvidar por tanto la escolarización de los menores dependientes del trabajador, considerando cuestiones como las siguientes:

  • ¿Qué opciones escolares tendrá la familia en el lugar de destino dependiendo de las circunstancias particulares de sus hijos?
  • ¿Existen suficientes plazas disponibles en los centros del país de destino?
  • ¿Qué tipo de documentación y trámites necesitan hacer?
  • ¿Podrán proseguir con cierta estabilidad los estudios que venían desarrollando en el país de origen?
  • ¿Qué ocurre si el alumno tiene alguna necesidad especial que requiere apoyo o terapia concreta? En el mundo desarrollado, entre el 15-20% de la población en edad escolar está diagnosticada con algún tipo de necesidad especial que requiere apoyo académico.
  • ¿Qué apoyo extra necesitarán recibir para suplementar diferencias en currículo, idioma, nivel educativo?
  • ¿Qué necesita tener en cuenta desde el principio de la expatriación (de duración limitada) para asegurar el retorno al país de origen pasados unos años? Existen distintos sistemas académicos con diferentes ciclos que serán de suma importancia para poder cambiar de colegio o instituto a partir de cierta edad.
  • Diferencias del calendario escolar entre el país de origen y de destino, y su relación con la fecha de inicio del puesto de trabajo. ¿Será necesario tener familias divididas durante un tiempo más o menos largo? Además de las dificultades de ajuste personal, esta separación podría implicar también una duplicidad de gastos (p.ej. vivienda).

Todos estos puntos hay que analizarlos a fondo antes de enviar a un empleado a un destino fuera del país, para evitar que la expatriación termine en fracaso con los consiguientes costes.