El impacto que ha tenido la invasión de Rusia a Ucrania ha supuesto un duro golpe para el comercio internacional, y del mismo modo, ha afectado a la internacionalización de las empresas españolas.
Igualmente, las sanciones a Rusia han tenido efectos negativos en las empresas de nuestro país. Si bien es verdad que la guerra ha llevado a España a afrontar impactos directos, también es relevante aclarar que no se están mostrando efectos colaterales relativos a exportaciones e importaciones con otros mercados. Cómo podemos ver en nuestro día a día en Gedeth.
Uno de los mayores efectos que se han notado derivados de este conflicto han sido el encarecimiento de materias primas o las complicaciones en términos de logística (tanto aérea como terrestre o marítima).
Así pues, la geopolítica es algo que está en continuo cambio y actualmente fija la agenda internacional. De este modo, donde antes Estados Unidos marcaba una hegemonía mundial, hoy en día, hay terceros Estados que emergieron recientemente con los que comparten poder, sin ir más lejos China o India.
Por otra parte, aunque el escenario se presente convulso, pueden darse oportunidades como el acortamiento de las cadenas de valor, acelerando de esa forma la producción. Del mismo modo, podrá darse un impulso a las energías renovables y a la producción energética o, por ejemplo, podrá diversificarse el comercio exterior de las empresas más allá de los mercados tradicionales.
Así pues, habrá que seguir atentos a las consecuencias del conflicto iniciado el 24 de febrero, ya que tanto la economía española, europea o mundial vuelven a contener el aliento cuando aún no se habían recuperado por completo de la crisis prolongada que supuso la pandemia.