Desde el año pasado, productos como el girasol han alcanzado precios máximos históricos por problemas de suministro. Esta situación que se ha visto agravada tras el estallido de la guerra provocada por la invasión rusa a Ucrania, siendo ambos países dos de los máximos exportadores cerealistas del mundo.
Debido a estas subidas de precios, se han tomado medidas regulatorias de emergencia, que van a permitir aumentar el aprovechamiento de la superficie cuyo cultivo se autoriza.
El sector agrario contará con más superficie para producir cereales y oleaginosas y mejorar el suministro de estos productos en España. De esta manera los productores podrán reducir el riesgo de desabastecimiento de estos productos, vitales tanto para el consumo humano como para la ganadería.
La Comisión Europea ha autorizado la petición que el sector agrario andaluz había hecho tras el aval de la Conferencia Sectorial de Agricultura. La medida, que tiene alcance nacional, permitirá poner en cultivo en 2023 en todo el país en torno a un millón y medio de hectáreas inactivas, que hasta ahora no podían tocarse por las exigencias de la Política Agrícola Común (PAC).
Las zonas rurales están de celebración, y España será de nuevo líder en agricultura en el entorno europeo.