Artículo invitado de César Martín Serreta, experto en comercio internacional.
Como adelanto de la jornada abierta sobre el mercado de Colombia que organizamos junto con CTO Business Excellence School, con el patrocinio de Interdean Relocation Services y Proexport Colombia, publicamos este excelente artículo invitado sobre futuro del mercado colombiano tras las elecciones presidenciales de mayo.
El próximo mes de mayo se celebrarán elecciones presidenciales en Colombia. Se abre un nuevo ciclo de cuatro años, con grandes oportunidades, pero también con importantes retos que deben superarse. Gran parte de ellos vienen arrastrándose desde hace demasiado tiempo y están lastrando de forma significativa el desarrollo y la competitividad del país.
Numerosas empresas españolas, tanto grandes como PYMES, han apostado por este mercado en los últimos años, atraídas por la cercanía cultural, el potencial de crecimiento, la apertura a la inversión extranjera y las mejoras en la seguridad. Sin embargo, a continuación se identifican los principales desafíos que tendrá que afrontar el nuevo Gobierno para seguir siendo uno de los países de mayor atractivo en el panorama internacional.
Culminación del proceso de paz
Es el asunto con mayor trascendencia internacional y también con mayor controversia interna. Varios estudios indican que de culminarse con éxito podría añadir dos puntos a la tasa de crecimiento del PIB y mejorar de forma notoria la productividad de las empresas. Si se logra el ansiado acuerdo, se deberá lidiar después con las importantes repercusiones sociales y políticas, como por ejemplo la reestructuración del ejército para un escenario de paz. También afecta directamente en el tema agrario, motivo en los últimos tiempos de importantes paros y protestas en todo el territorio.
Mejora de la infraestructura
La política de firma de acuerdos comerciales (ya están en vigor con los acuerdos con Estados Unidos y la Unión Europea) hace que las necesidades de una buena infraestructura sean urgentes para tener unos costes logísticos competitivos y no salir perdiendo. Lamentablemente, en cualquier informe sobre Colombia se cita el déficit de infraestructura en todos los niveles como el principal lastre para la competitividad del país. En el ranking de calidad de carreteras elaborado por el Foro Económico Mundial, Colombia se sitúa en el puesto 130.
Para cambiar la situación, se han puesto en marcha ambiciosos planes. El más conocido es el de la Cuarta Generación de Concesiones, bajo el esquema de Participación Público Privada. Los continuos retrasos en el calendario de adjudicación y las pocas ofertas presentadas en los primeros proyectos están poniendo en cuestión el programa. En estos momentos es más necesario que nunca tomar medidas para recuperar la credibilidad y que estos planes se traduzcan en unas verdaderas buenas ejecuciones.
Reformas estructurales en empleo, educación y salud
Si bien es cierto que la tasa de desempleo ha venido disminuyendo durante los últimos años hasta situarse por debajo del 10%, en estos momentos la gran lacra es la enorme informalidad que hay en la economía. En cuanto a la educación y la salud, son temas en los que se está trabajando en mejorarlos, como así lo ha reconocido la ONU, pero los avances son lentos. Da la impresión de que la generación de riqueza en el país no se está traduciendo en una mejora en la equidad y en el surgimiento de una clase media potente, y esto es algo que es urgente solucionar. A pesar de los avances en la reducción de la pobreza, Colombia sigue siendo uno de los países con mayor desigualdad de América Latina, región tristemente campeona en este ranking.
Diversificación de la economía
Según el Estudio Económico de la OCDE para Colombia, el último dato disponible constata que el petróleo y la minería suponen un 8% del PIB y un 70% en las exportaciones. Colombia debe prepararse para un escenario de precios de materias primas no tan elevados como los últimos años y que ha jalonado hasta ahora en gran medida su crecimiento. Se deben emplear políticas estructurales encaminadas a la diversificación y a la mejora de la competitividad del agro, la industria y los servicios.
Aprovechar su momento
Nadie duda del potencial de Colombia para convertirse en un país puntero en la región.
El país está viviendo una época única de prosperidad, con tasas de crecimiento del PIB en torno al 4,5% desde 2010 y expectativas de crecimiento por encima del 5% para los próximos años. A pesar de las buenas cifras macroeconómicas, todo parece indicar que si el país no supera estos problemas estructurales, no podrá dar el salto esperado en su nivel de desarrollo. Merece la pena ser optimistas, pero solo el tiempo nos dirá si Colombia está preparada.
