En estos tiempos de incertidumbre y polarización queremos compartir algunas reflexiones sobre la importancia del pensamiento crítico. Todos estamos influenciados por un marco de referencia que nos “inclina” a interpretar la información que es el resultado de nuestra educación, entorno o valores. Lo que llamamos las “gafas de conocimiento” y la mayor fuente de alteración de información (en este caso, autoengaño).
Leyendo hoy Twitter se comentaba en un tweet de sólo 140 caracteres una noticia vinculada al peso de la economía sumergida sobre porcentaje del PIB en países europeos. Parece un buen ejemplo para ver cómo de la misma información se pueden sacar varias lecturas más allá de la literalidad, y lo más importante, la importancia de mantener un espíritu crítico hacia lo que leemos.
El tweet en cuestión mencionaba que España ocupaba un puesto cercano a la media comparado con otros países europeos respecto al porcentaje que la economía sumergida representa en su PIB.
Para aquellos lectores inclinados a pensar que los estudios siempre “tratan mal” a España se vería como una gran justificación sobre los “injustificados ataques si en el fondo estamos en la media”. Sin embargo, si uno analiza los datos otra lectura sería que España lideraría el porcentaje de economía sumergida entre las grandes potencias (solo por detrás de Italia que, por motivos obvios, está en el top). Aquí lanzo una reflexión personal: si un país aspira a avanzar necesita reducir significativamente su economía sumergida para poder dotarse de mejores servicios públicos que faciliten el crecimiento y sostenimiento como sociedad.
Así, si seguimos con el análisis vemos que a medida que aumenta el nivel de desarrollo de los países, el porcentaje del peso en la economía se va reduciendo. Sin embargo, de nuevo uno podría pararse a pensar en la coincidencia que los países con un porcentaje significativamente inferior: Suiza, Luxemburgo, Holanda y Reino Unido, tienen en común que ofrecen, o han ofrecido, esquemas bancarios/fiscales muy receptivos y flexibles a capital de distintos orígenes. Tratándose en muchos casos de beneficios directamente de actividades ilícitas o inmorales. Una posible reflexión es que a cambio de “limpiar” el dinero “sucio” de dictadores, oligarcas, mafias en el fondo se han beneficiado de un efecto colateral que reduciría el peso de la economía sumergida local sobre el PIB, ya que su servicio es aflorar ese dinero a la economía regular.
Otra posible lectura sería una posible correlación entre menor tasa impositiva paralela a un menor porcentaje de economía sumergida. Sin embargo, países con alta tasa impositiva (nórdicos) tienen porcentajes similares a países con menor presión fiscal. Así que, no habría una correlación única entre presión impositiva y economía sumergida.
Avanzando en la reflexión sería tener en cuenta no sólo es el porcentaje en su economía, si no el tamaño total de cada una de ellas. Así un 16,6% de Portugal en términos absolutos sería una minucia si lo comparamos con un 10,4% de Alemania (en concreto, como una décima parte). Así, si en vez de establecer el ranking por el porcentaje que representan lo hubiésemos hecho por el total de la economía sumergida nos llevaríamos la sorpresa que Alemania estaría liderando el mismo. Y otro posible titular sería que Alemania “lastra la economía de la UE por el elevado impacto de su economía sumergida”.
Al margen de valoraciones más o menos personales, lo importante es asumir que los datos tienen muchas aplicaciones. Tan importante como el dato en sí es la selección de las fuentes, el establecimiento de los elementos de comparación y, lo más importante, la capacidad de analizarlos.
En Gedeth trabajamos en múltiples países y nuestra función es gestionar datos. Hace años la barrera era “acceder al dato”. Ahora me atrevería a decir que cualquier empresa puede acceder a datos más o menos cualitativos. Eso no excluye el gran reto que es analizar el dato para que nos aporte valor. Y eso, créanme cuesta mucho más.
Por eso, es crítico que los sistemas educativos desde los primeros años enseñen pensamiento crítico, matemáticas o filosofía. Y que las empresas lo incorporen a su filosofía de empresa porque no sobrevivirán las más grandes si no las que sepan adaptarse y eso sólo será a través de la gestión de la información.
De esta manera estaremos mejor preparados para saber si los datos que nos facilitan nos engañan y hay otras lecturas posibles que nos den una ventaja competitiva.
Por otro lado, recordar que en el mes de febrero de este año 2022 se abre el plazo de solicitud de participación para todas las empresas del sector hortofrutícola mundial para la 14ª edición de Fruit Attraction que se celebrará del 4 al 6 de Octubre de este año en IFEMA, Madrid.
Desde Gedeth apostamos por la internacionalización y especialización en un sector maduro y con canales muy saturados. Para ello, creamos en 2020 una división Gedeth Food & Beverage para dar respuesta personalizada al sector.