En la pandemia la labor de las distribuidoras de medicamentos ha sido esencial. La logística y el uso de los datos son dos pilares del proceso transformador de la industria.
El análisis big data es una herramienta que tiene la capacidad de encontrar patrones de consumo y comportamientos de los compradores y desde que se iniciara la pandemia de Covid, nos está indicando lo que ocurre en tiempo real.
Por ejemplo, desde el Observatorio de Tendencias impulsado por Cofares, en coordinación con el departamento de inteligencia del dato, se observaron casos como que los vecinos del madrileño barrio de Usera, donde viven numerosos ciudadanos de origen chino, aumentaron su demanda de mascarillas ya desde un mes antes del confinamiento de 2020.
Iniciativas big data en salud
Ya existen varias iniciativas para aprovechar y potenciar las inmensas cantidades de información que se generan en el sector farmacéutico. Un ejemplo es el programa europeo IMI Big Data for Better Outcomes (BD4BO), que cuenta con la participación de numerosas empresas farmacéuticas, asociaciones e instituciones públicas, incluyendo las españolas Farmaindustria, la Agencia Española del Medicamento o la Universidad de Navarra.
La Comisión Europea quiere crear también un Espacio Europeo de Datos de Salud para facilitar el intercambio de datos sanitarios para la investigación sobre estrategias preventivas, tratamientos y medicamentos que mejoren la salud de los pacientes. El Big Data ha llegado para quedarse y mejorar así la salud de todos.
